Spicy Pink
Hoy recuperamos reseña de la autora que posiblemente más influyó para que toda una generación entrara en el manga: Wataru Yoshizumi. En este caso os traemos el análisis de una obra bastante posterior a su célebre Marmalade Boy. Con un estilo mucho más depurado y maduro, la autora dejaba el shôjo para pasar al josei, primero con Cherish y después con la obra que nos ocupa.
Título: Spicy Pink
Título original: Spicy Pink
Autora: Wataru Yoshizumi
Tomos: 2
Fecha de publicación en Japón: 2007 - 2008
Revista: Chorus
Editorial japonesa: Shueisha
Fecha de publicación en España: 2010
Editorial española: Planeta
Estado: Publicación completa
Precio: 7,95€/tomo
ARGUMENTO
Sakura Endô es una mangaka shôjo que vive en constante estrés para conseguir acabar los capítulos a tiempo. Se ha acostumbrado a la dinámica de encerrarse en casa con sus ayudantes los días anteriores a una nueva entrega y, cuando por fin acaba el trabajo, no se siente persona.
Es entonces cuando su amiga Misono Kamijô, también mangaka, la intenta convencer de que vaya a una cita en grupo con el argumento de que experimentar nuevas sensaciones le servirá como fuente de inspiración para sus obras. Sakura no ha salido con nadie desde que rompió con su novio hace cinco años y, desde entonces, no ha estado con ningún otro hombre. Viendo eso, Misono insiste en que para poder dibujar shôjo es necesario basarse en algo de experiencia y, finalmente, Sakura se ve arrastrada a la cita en grupo entre mangakas y médicos.
Allí conoce a Iku Koreeda, un cirujano plástico muy atractivo que, a primera vista, le llama la atención aunque no sienta especial simpatía por su oficio. A pesar de todo, Koreeda se muestra sorprendentemente amable con Sakura cuando todos van a marcharse y ella ha quedado rezagada del grupo. Estando ambos en el ascensor, Koreeda toma la cara de la desprevenida Sakura y cuando ella está convencida de que la va a besar, le espeta en toda la cara en qué sitios debería operarse para estar más “decente”.
Totalmente humillada, Sakura desea vehementemente no volver a encontrarse jamás con él. Sin embargo, justo cuando sale a comer para despejarse un poco e inspirarse para su próxima obra, aparece de nuevo Koreeda dispuesto a proponerle que salgan juntos.
RESEÑA
Wataru Yoshizumi sorprendió a todos sus seguidores al hacer su incursión en el josei después de más de 10 años dibujando shôjo para la Ribon sin descanso. En España es extremadamente conocida por Marmalade Boy o, como se tradujo al emitir el anime, La familia crece. Se trata de una autora de renombre con una cantidad de mangas a sus espaldas nada despreciable que, en su gran mayoría, han sido publicados en España. Además, se pudo gozar de su presencia en la pasada XVI edición del Salón del Manga de Barcelona.
En Spicy Pink se trata el tema de cómo de duro llega a ser trabajar como mangaka pero también se tocan otros asuntos delicados como el adulterio o la violencia machista por lo que resulta una obra muy interesante. La duración de dos tomos y el carácter desenfadado impiden un gran desarrollo o una trama compleja pero, dentro de sus límites, tiene varias escenas sorprendentes y situaciones atípicas que mantienen al lector en vilo.
Spicy Pink conserva los rasgos más característicos de Wataru como son las escenas cómicas, los piques continuos entre sus personajes y las situaciones rebuscadas y absurdas. Los caóticos periodos de entrega, la búsqueda exhaustiva de información para nuevos mangas o los momentos de inspiración cero de la protagonista son divertidos a la par que realistas y dejan entrever algún resquicio de la experiencia personal de Wataru como mangaka, a la par que permite al lector imaginarse cómo es la vida de alguien que se dedica profesionalmente a dibujar manga, esperando ganarse la vida con ello.
De todas formas y, quizá, como punto negativo, es necesario comentar que a pesar de tratarse de un josei, el hecho de que los personajes dejen de tener 15-17 años para tener 26 no implica que se trate de una lectura para mujeres más adultas como se supone que es el objetivo de esta demografía ya que todos los personajes son de lo más infantiles y no se profundiza lo suficiente en ninguna relación como para dar sensación real de madurez.
Sakura es una mangaka que se siente estancada en su carrera, frustrada e incapaz de cosechar un gran éxito como sus amigas. A sus 26 años ve cómo ha entregado su vida al manga y ni consigue realizar una obra exitosa, ni es capaz de iniciar una relación amorosa. Por su parte, Iku es un hombre desagradable que se mueve por sus intereses pero que, a pesar de mostrarse como alguien que no se preocupa de nada más que de sí mismo, carga con las malas experiencias del pasado y, en cierta manera, tampoco es capaz de avanzar.
A pesar de tratarse de una obra tan breve hay varios secundarios con cierta importancia empezando por Misono, amiga de Sakura y mangaka también. Es una mujer de lo más extravagante, egocéntrica y egoísta, un personaje con mucho carisma y que podría haber dado más de sí. Por otro lado, está Akira, el ex de Sakura que básicamente es un irresponsable sin muchos escrúpulos. Por último, cabría destacar a Risa, hermana menor de Iku y fan de Sakura desde hace años, mucho más madura de lo que revela su dulce apariencia.
El dibujo de Spicy Pink es el típico de Wataru Yoshizumi pero algo más estilizado. La evolución desde mangas como Marmalade Boy o Mint na Bokura (Somos chicos de menta) es muy clara. Además, a pesar de la breve incursión de esta mangaka en el josei, ha sabido adaptar rápidamente su estilo para dibujar caras menos juveniles ya que el cambio de 15 o 17 años a 26 debía estar bien marcado y se ha lucido en este aspecto. De hecho, resulta especialmente agradable que sea capaz de crear personajes que no son perfectos, Sakura es guapa a pesar de no parecer anoréxica.
La relación calidad/precio de la edición de Planeta es pésima. Por el precio más elevado posible para un tomo estándar como es el caso de Spicy Pink la editorial ofrece papel de periódico y una calidad general que, aunque aceptable por un precio más reducido, es injustificable por 7,95€. La traducción, tanto de los diálogos como de las onomatopeyas, es correcta y en este aspecto es un manga bien trabajado. Los lectores usuales de Wataru Yoshizumi quizá echen en falta los free-talk pero, en su lugar, hay algunas páginas al final de ambos tomos con el título “El rincón de la charleta” en el que la autora divaga un poco sobre todo y nada.
De esta manera, Spicy Pink es un josei que hará las delicias de todos los fans incondicionales de Wataru Yoshizumi ya que su estilo es único e impregna a todas sus obras. También será una agradable lectura para aquellos que busquen una historia de amor algo atípica pero, en cierta manera, inocente como un shôjo de la Ribon. Y, en general, gustará a cualquiera que disfrute con una historia sencilla, breve, concisa y sin más aspiraciones que entretener un rato.
VALORACIÓN
Historia: 6,5
Originalidad: 7
Dibujo: 8,5
Edición: 4
REDACCIÓN: Kuroi_Neko
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