Eres mi mascota: veredicto 2

Segundo relato ganador, de Judit Alonso

Michi era una perrita de dos semanas de edad y de raza. Estaba en la tienda de mascotas "Tierno chiquitín" cuando un niño pequeño se le acercó gritando: <<¡Mamá, quiero este! Es muy mono.>> Este era Jun, un niño de 5 años al que sus padres le habían prometido un perrito para su cumpleaños. Su familia vivía en una casa muy grande con jardín y piscina.

La madre de Jun le compró la perrita y se fueron a casa. Michi era muy juguetona y quería explorar, así que estuvo corriendo por toda la casa. Jun jugaba con ella, la mimaba; todo era perfecto hasta que Michi se hizo más grande y un día que Jun volvía de la escuela ella se tiró encima de él cuando estaban al borde de la piscina y el niño cayó. Al oír sus gritos, sus padres vinieron corriendo a sacar a Jun de la piscina. Él estaba ileso, pero, desde ese día, le cogió rabia y rencor a Michi, a partir de entonces siempre molestaba a la perrita y la pegaba por cualquier cosa.

Un día estuvo cotilleando en una conversación de sus padres que decía que tenían que esterilizar pronto a Michi porque esta ya era fértil y no querían que se quedara en estado. Al oír eso, a Jun le vino a la memoria que en su barrio había muchos perros abandonados y una noche, sin que sus padres se enteraran, sacó a su perrita en la fría y siniestra calle. A la mañana siguiente la fue a buscar y hizo como si nada hubiera pasado.

Al cabo de unos meses, Michi dió a luz a seis cachorritos mestizos y los padres de Jun llevaron a la perrita y a sus crías a una perrera de la ciudad. A los cachorritos los adoptaron unos granjeros y a la dulce perrita la sacrificaron en la perrera.

Michi lo perdió todo sin razón y murió sin ver el último atardecer al que tanto esperaba.