Tempestad color cereza

Con retraso os ofrecemos la reseña que toca. Esta vez esta dedicada al último título publicado en la Colección Un manga, un romance de Planeta deAgostini, el cual se trata de una de las primeras obras de Ai Yazawa.

Nombre: Tempestad color cereza 

Nombre original: Usubeni no Arashi 

Autora: Ai Yazawa 

Tomo único Año: 1991 (Japón) 2009 (España) 

Revista: Ribon 

Editorial japonesa: Shueisha 

Editorial española: Planeta DeAgostini 

Estado: Publicación completa 

Precio: 6,95 €

CURIOSIDADES/DATOS EXTRAS: 

- La historia de “El último amor no correspondido” es la continuación de otro manga de la autora, “Marine blue no kaze ni dakarete”. 

- Es el primer manga de enfoque realista dibujado por Ai Yazawa. 

- Es el tomo n.º 16 de la Colección Un manga, un romance 

ARGUMENTO: 

Tempestad color cereza / Las flores que miran el cielo: Takashi y Kiyoshi son dos hermanos que, tras la muerte de su padre, deciden seguir su trayectoria y entregarse al béisbol. Takashi, el mayor, está ya triunfando en el campeonato nacional en el famoso Koshien y Kumiko, una amiga de la infancia de ambos, está completamente enamorada de él. Kiyoshi, en cambio, no tiene tanta suerte y tiene mucha envidia a su hermano mayor. Poco a poco va pasando de todo, dejando apartados los estudios y el béisbol, y volviéndose cada vez más rebelde. 

El último amor no correspondido: Sachi es una joven recién llegada al instituto que se enamora de un chico de último curso, Ippei, jugador del equipo de fútbol. Así, esta, junto a su amiga Ritsuko, decide presentarse voluntaria para ayudar en dicho equipo y, de este modo, poder conocerle más. Finalmente, y gracias al supuesto interés de Sachi por el surf, son aceptadas por el mismísimo Ippei. 

RESEÑA: 

“Tempestad color cereza” es de las primeras obras que dibujó una de las autoras más renombradas en nuestro país en esta década. En este tomo único Ai Yazawa crea una trama sencilla, pero con gancho, sobre una familia compuesta por una madre y sus dos hijos. La autora decide usar el deporte, en este caso el béisbol, para que los hijos tengan un objetivo y, al mismo tiempo, recuerden a su padre. Es, sin duda, uno de los trabajos más dulces de Ai Yazawa. 

En el caso de “Tempestad color cereza” y “Las flores que miran al cielo”, la historia se desarrolla en una trama lineal, siguiendo un hilo argumentativo simple con un esquema claro sobre la evolución de los dos hermanos. Cada una de las partes de la historia se centra en el camino hacia el éxito como jugadores de béisbol de ambos hermanos. Ai Yazawa es capaz de plasmar y transmitir toda la ternura que los dos hermanos sienten por su padre y lo mucho que su muerte les llega a marcar en sus vidas. 

En la primera parte la trama se centra en Kiyoshi, quien tiene celos de su hermano tanto por ser un gran jugador de béisbol como por tener a Kumiko, la dulce vecina que les ha acompañado desde pequeños, detrás de él. En cuanto a Kumiko, ella también sufre por un amor imposible, el de Takashi, a pesar de saber que tiene novia. Así pues, la historia también incluye una trama romántica que, no obstante, queda en segundo plano frente a la relación de los dos hermanos. Muestra el dolor que se siente al tener un amor no correspondido, un tema que también está presente en la otra historia corta que incluye este tomo único. En la segunda parte se profundiza en los recuerdos del padre así como en la relación presente de la madre con otro hombre, algo que solo se había comentado al comienzo de la historia. 

Los protagonistas tienen una personalidad muy definida a pesar de la escasa longitud de la obra. Takashi es guapo, responsable, amable y bueno en los deportes. En definitiva, es presentado como el chico perfecto. Por otro lado, Kiyoshi es un chico más rebelde y con más defectos, aunque se hace querer demostrando que en el fondo tiene un gran corazón. Kumiko es el personaje más plano, la típica chica bien que está perdidamente enamorada de uno de los protagonistas. 

El desarrollo de la historia en “El último amor no correspondido” es mucho más sencillo. Se centra en la evolución de la relación entre Sachi e Ippei cuando ella se enamora perdidamente a primera vista y decide hacer cualquier cosa para conquistarle. Ippei es un chico alegre y carismático que oculta su sufrimiento tras su sonrisa, mientras que Sachi cumple el estereotipo de chica dulce y sencilla. La trama, pues, es mucho más simple en esta historia que ocupa apenas cuarenta páginas. El resultado es una historia corta realista con un desarrollo previsible. Teniendo en cuenta que se trata de la continuación de un trabajo anterior no publicado en España, destaca el hecho de que la historia tenga sentido por sí sola, como si fuera una obra independiente. 

Se nota que es uno de los primeros manga que dibujó Ai Yazawa por la sencillez del dibujo. Aún así, se empiezan a ver los rasgos típicos de los personajes de la autora. En “Tempestad color cereza” y en “Las flores que miran al cielo” se aprecia sobre todo en los ojos de los chicos. En “El último amor no correspondido” se ve en Sachi una clara muestra de cómo serán sus próximos mangas, pues la cara de esta podría ser la misma que la de Mikako en “Historias de un vecindario”. Aun así, los personajes se diferencian sin dificultades, aunque hay ciertos parecidos lógicos en los personajes de Takashi y Kiyoshi. La autora usa fondos y otros recursos típicos del shôjo sin abusar de ellos. Las flores de cerezo y los girasoles se pueden ver en “Tempestad color cerezo” y “Las flores que miran al cielo” respectivamente como símbolos de la primavera y el recuerdo del difunto padre de Takashi y Kiyoshi. En definitiva, el dibujo en este tomo único es un preludio a las obras que le seguirán. 

El tomo respeta el sentido original de lectura japonés, como todos y cada uno de los tomos únicos publicados en la colección “Un manga, un romance”. El papel, así como la impresión, son de buena calidad. El título de este volumen único es una traducción exacta del japonés, aunque en castellano suena bastante forzado. La traducción es excelente y el precio en relación a su calidad es el adecuado. 

“Tempestad color cereza” es un tomo indispensable para cualquier fan de Ai Yazawa dado que recoge la esencia de su estilo, aunque la trama sea aún sencilla frente a los trabajos que elaborará en un futuro. A pesar de su simplicidad, es un tomo cargado de sentimientos. Gustará a quien no sea amante de las historias largas en las que en pocas páginas se pueden ver unos personajes muy bien caracterizados y una trama sólida y emotiva. En definitiva, es un tomo que sirve de avance al éxito que Ai Yazawa ha sido capaz de conseguir con sus obras posteriores. 

VALORACIÓN: 

Historia: 8 

Originalidad: 8 

Dibujo: 6 

Edición: 7 

REDACCIÓN: arashikun