Manos entrelazadas

Seguimos recuperando reseñas. Hoy toca una de nuestra adorada pero olvidada por las editoriales Miho Obana. ¿Se acordarán de ella algún día?


Título: Manos entrelazadas
Título original: Kono te wo Hanasanai
Autora: Miho Obana
Tomos: 2
Fecha de publicación en Japón: 1994 
Revista: Ribon
Editorial japonesa: Shueisha
Fecha de publicación en Japón: 2003 
Editorial española: Planeta
Estado: Publicación completa
Precio: 6,95€/tomo 

CURIOSIDADES/DATOS EXTRA
- El manga cuenta con dos one-shot, Felicidad ilimitada al final del primer tomo y Una historia de amor al final del segundo
- Hay frecuentes free-talks (titulados “Charla de Obana”) y tiras cómicas tanto de personajes de Manos entrelazadas como de la autora hablando de su vida personal

ARGUMENTO
A sus 17 años, Koh Nakano no ha podido olvidar a su primer amor, Yukako Mitsube, que desapareció repentinamente cuando ambos asistían a sexto de primaria justo el día que iban a tener su primera “cita” después de dos años desde que se conocieron. El padre de ésta murió dejando endeudadas a su mujer e hija y por eso mismo tuvieron que marcharse de manera tan repentina, para huir de los acreedores. A pesar de todos sus problemas, antes de marcharse, Yukako era una niña lista y alegre, muy bonita y llena de vitalidad que consiguió enamorar a Koh enseguida.

Seis años después, cuando a Koh le parece verla en la calle, no puede quitársela de la cabeza. Empieza a darse cuenta de que todas las chicas con las que ha salido tenían un aire a su perdida Yukako y no hace más que buscarla por todas partes. Finalmente la descubre robando comida y después de perseguirla acaba ayudándola a esconderse. Una vez a solas ambos se reconocen y Koh se da cuenta de que la inocente Yukako de sus recuerdos se ha convertido en la ladrona callejera que tiene ante sus ojos y que nada parece conservar de su niñez.

Yukako vuelve a vivir en el barrio y Koh toma la decisión de ayudarla para que vuelva a ser la misma de antes o, al menos, que no necesite robar para subsistir pero su sorpresa llegará cuando al visitarla el primer día descubra que comparte piso con Haruki, un hombre muy atractivo de rasgos afeminados.

RESEÑA
Obra menor en la trayectoria de Miho Obana, pero no por ello de menor calidad. Sigue siendo una gran incógnita por qué no se ha traído ninguna otra serie de esta autora al margen de la que le dio la fama, El juguete de los niños (Kodomo no Omocha), y el tomo único La casa del agua (Mizu no Yakata) que forma parte de la colección de Un manga, un romance, ambas de la mano de Planeta también.

Miho Obana desarrolló buena parte de sus series en la Ribon, algo que sorprende pues sus obras son muy duras y una mirada adulta detecta enseguida que no se tratan de shôjos orientado a niñas. En Manos entrelazadas se dan esos rasgos: es una historia muy cruda y bien desarrollada a pesar de su brevedad. Destaca por la madurez de los protagonistas que tienen entre 17 y 18 años y viven de forma bastante independiente debido a sus situaciones familiares. Sorprende que una serie como ésta pertenezca a la Ribon y es que los temas que trata, la forma en que se desarrolla la historia y la personalidad de los personajes no está destinada a niñas de 12 a 15 años.

Un muy buen punto de este shôjo es que no se trata de una historia de instituto, ni de un triángulo amoroso, ni siquiera es la historia de un enamoramiento, es la historia de cómo Yukako intenta salir del mundo donde ha acabado, sobreponerse a la vida que ha tenido que llevar hasta entonces por culpa de sus padres. Así, la trama recae en cómo intenta ganarse la vida honestamente y dejar de causar problemas a todos los que están a su alrededor gracias a la ayuda e insistencia de Koh, demostrando que aún queda algo de la niña que fue. A pesar de ello Miho Obana consigue acompañar a la historia con numerosos momentos de humor absurdo, incluso en algunos de los momentos más trágicos, lo cual puede llegar a chocarle mucho al lector.

Debido a la extensión de las dos historias cortas que se encuentran en cada uno de los dos tomos del manga, Manos entrelazadas se aproxima más a ser un tomo autoconclusivo que no una serie. Esta falta de espacio no es un impedimento para lograr una historia muy bien desarrollada, y con varios puntos sorprendentes respecto a las decisiones y movimientos de los personajes, que podrán gustar más o menos al lector.

Esta obra goza de personajes muy carismáticos. En primer lugar, Koh, un chico trabajador, honesto, sincero e impulsivo; en especial si se trata de las personas que más le importan. Tiene su sueño muy claro y hace todo lo posible por lograrlo. Tampoco oculta en ningún momento sus sentimientos por Yukako y resulta un personaje tremendamente tierno. Es menos habitual tener un protagonista masculino en un shôjo pero, a pesar de que el peso de la historia lo lleva Yukako, es desde el punto de vista de Koh desde el que se desarrolla la trama. Yukako es una chica muy particular y con múltiples facetas. Aparentemente parece una chica de lo más vital y alegre pero en realidad no es más que una niña que está sola en el mundo, ha perdido lo poco que pudo llegar a tener, malvive con un extraño personaje y no tiene reparos en robar cuando lo necesita. Por eso, aunque aparenta gran fortaleza, es peligrosamente frágil.

Entrando en el elenco de secundarios, el que más llama la atención es Haruki, ese “extraño personaje”. Se trata de un hombre de edad indefinida que comparte piso con Yukako. En un principio cualquier cosa que tenga que ver con él estará oculta para el lector pero poco a poco se llegará a desvelar los secretos que lo envuelven. Se trata de un personaje arisco pero que, indudablemente, se preocupa por el bienestar de Yukako.

Entre los demás secundarios se encuentran Yoh, hermano mayor de Koh, y su prometida Kaori (esta última aparece en contadas ocasiones). Ambos son personas muy tranquilas que dan el contrapunto a Yukako y Koh. Tienen un peso muy reducido en la trama. Por último, destacar a la ultima ex de Koh, Taeko, que al contrario de lo que pueda parecer no contribuye a un posible triangulo amoroso. Es una mujer muy práctica y aunque Koh es sincero con ella desde el principio, no se da por vencida tan fácilmente. Es un personaje muy consecuente con lo que piensa y hace.

En cuanto a las historias cortas, Felicidad ilimitada se centra en la relación de Yuki y Keichi. Yuki es una chica muy guapa pero extremadamente despistada, a pesar de todo, está saliendo con Keichi pero entonces, una chica llamada Hitomi le pide llorando que le deje salir con él durante una semana. Es una historia muy típica pero muy bien llevada. Uno de sus puntos fuertes son las divagaciones de Yuki mientras que el otro sería la introducción de una historia paralela sobre un taxista que siempre aparece para llevar a Yuki. Quizá se echa en falta un poco más de desarrollo y la historia podría haber dado más de sí pero no obstante queda un final redondo.

Por su parte, en Una historia de amor, Chiaru está muy triste porque su profesor ha rechazado los bombones que le quería regalar por san Valentín y cuando está a punto de tirarlos se encuentra con un chico con gafas de sol que le dice que en vez de desperdiciarlos, se los de a él… ¿Qué pasaría si al empezar el nuevo curso se encontrara con ese mismo chico en su clase? No es ninguna gran historia, ni original ni demasiado desarrollada pero resulta curioso el conflicto entre recordar aquel chico misterioso la noche de san Valentín y compararlo con el alegre compañero de clase que no sabe cómo tratar con Chiaru, quien por su parte, está hecha un lío.

El dibujo de Miho Obana se caracteriza por personajes esbeltos con caras angulosas. Parte de la misma base de otras autoras de la conocida revista Ribon a la que aporta sus matices personales. Puede resultar poco atractivo por su aire algo anticuado, además de porque se trata de una de las primeras obras de esta mangaka, y aun estaba formando su estilo. Aun así, no deja de tener su encanto gracias a la maestría de Obana en el momento de retratar expresiones de los personajes. Aunque no son muy frecuentes, los fondos están bien dibujados. Abundan escenas cómicas pero no utiliza SDs sino expresiones exageradas. Su punto fuerte es la capacidad para crear escenas emotivas.

La edición de Planeta posee el clásico papel de baja calidad llegando a transparentar levemente. La tipografía es correcta pero en los márgenes puede aparecer cortado el texto o bien requerir abrir mucho el tomo para poder leerlo en su totalidad. Posee sobrecubiertas y un precio bastante adecuado en su relación calidad/precio.

En Manos entrelazadas Miho Obana nos demuestra su maestría para contar muchas cosas en muy poco espacio hilvanándolas perfectamente y manteniendo al lector enganchado desde el principio hasta al final. Recomendada a partes iguales para fans de shôjo como para cualquier lector que aprecie una buena historia, no solo de amor sino de superación con el peculiar estilo de la autora.

VALORACIÓN
Historia: 8
Originalidad: 7
Dibujo: 7
Edición: 7

REDACCIÓN: Kuroi_Neko

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