Virgin Crisis

Hoy recuperamos la reseña de la obra con la que se dio a conocer en España la denostada pero, a su vez, superventas para Ivrea, Mayu Shinjo. Si os perdisteis esa época, leed la reseña para entender la importancia que tuvo a pesar de todo lo que se la ha criticado.


Título: Virgin Crisis
Título original: Akuma na Eros
Autora: Mayu Shinjo
Tomos: 4
Fecha de publicación en Japón: 2001 - 2002
Revista: Sho-comi
Editorial en Japón: Shogakukan
Fecha de publicación en España: 2003
Editorial en España: Ivrea
Estado actual: Publicación completa
Precio: 6,90€

CURIOSIDADES / DATOS EXTRAS
- En Japón cuenta con una edición bunko de 2 tomos que salió en 2006.
- Al final del tomo #4 se recopilan dos historias cortas: Mi querido demonio (Akuma na Honey) publicado en la revista ChuChu y Convivencia demoníaca (Akuma na Dousei) publicado en la revista Sho-Comi Zoukan.

ARGUMENTO
Todas las mañanas, Miu Sakurai va a rezar a la capilla cercana a su instituto para pedir que deje de tener cara y cuerpo de niña. Cree que con su aspecto jamás tendrá una oportunidad de estar con el chico que le gusta: Shion Amamiya, el ídolo del instituto. Éste la escucha una mañana y le dice que no es necesario que pida eso, pues ya es muy bonita, tras lo que se marcha nada más besarla en la frente.

Miu está en una nube de felicidad pero no se conforma con eso, quiere que él la ame y decide probar con un viejo libro de magia negra que compró en una oscura librería. Tras hacer los preparativos, pide su deseo y, aunque en principio no nota nada, su ventana se abre de repente y ante ella aparece el mismísimo Satanás. Cuando sale sin querer del círculo mágico, éste amenaza con matarla pero cambia de opinión al percibir que es virgen. Decide cumplir el pacto: el corazón de Amamiya será suyo a cambio de que le entregue su virginidad.

Sin embargo, a la mañana siguiente, el hechizo de Satanás no ha hecho efecto por algún motivo que no alcanza a comprender, tal vez porque Miu es cristiana y dice tener siempre a Dios a su lado. Ésta entiende que da igual que use magia negra o blanca, Amamiya jamás la amará, ni siquiera recordaba que iba a su mismo curso. Aunque se alegra de no tener que perder su virginidad con el diablo, en ese momento, el pesar es mayor. Satanás le besa las lágrimas y le asegura que cumplirá el pacto.

Pasan los días sin que tenga noticias de Satanás hasta que llega el nuevo curso en el que Amamiya y ella coinciden en la misma clase. El primer día se presenta un nuevo estudiante, Kai Sakurai, el hermano mayor de Miu que había estado enfermo y se reincorpora a los estudios. Obviamente, ésta no tenía ningún hermano, es el mismísimo Satanás disfrazado de humano.

Miu se ha metido sin darse cuenta en medio de la lucha de milenios entre demonios y ángeles donde acabará en juego su virginidad… y su corazón.

RESEÑA
Antes de pasar a comentar la serie en sí, desde PSS queremos valorar, en primer lugar, la importancia que esta obra tuvo en nuestro mercado shôjo, en el momento de su salida, convirtiéndose contra todo pronóstico en un éxito absoluto.

Cuando IVREA llegó a España, el primer shôjo que sacaron fue Paradise Kiss. Hoy es uno de sus best-seller, pero en aquel momento, sus ventas fueron muy bajas, posiblemente por venderlo como un shôjo bizarro sumado a un dibujo que resultaba “feo” cuando lo conocido era el estilo Ribon. No era eso lo que la mayoría de chicas buscaban en esos momentos. En cambio, fue publicar Virgin Crisis un par de meses después y se produjo un "boom". En la entrevista que Leandro Oberto concedió a PSS, éste recordaba cómo en el Salón de Barcelona de 2003 llegaban a su stand fans, una detrás de otra, gritando "¡Virgin Crisis, Virgin Crisis!". Se agotaron los tomos de la serie. ¿Qué ocurría?

La generación de chicas que habían crecido mayoritariamente con Sailor Moon, Marmalade Boy y Cardcaptor Sakura en televisión ya tenían unos 14-15 años aproximadamente. Esas series gustaban en mayor o menor medida, pero era el momento de algo más, algo que ninguna editorial ofrecía. Las CLAMP, Wataru Yoshizumi, Megumi Mizusawa o Arina Tanemura son autoras en cuyas series un beso es lo máximo que se puede encontrar y, de repente, apareció una serie cuyo argumento tenía a una chica normal que corre el riesgo de perder su virginidad a manos de Satanás.

Fue un gran acierto el traer una obra que iba más allá de los besos castos y ahí IVREA encontró un filón que el resto de editoriales apenas se han atrevido a explorar. Mayu Shinjo se convirtió en su primera autora fetiche y abrió del todo un mercado shôjo que aún era muy embrionario, permitiendo la llegada de historias cada vez más maduras e interesantes. Ahí radica la importancia de esta obra que, en realidad por sí misma, no es la octava maravilla del mundo como analizamos ahora.

Hay ciertos puntos de partida en las historias que un lector puede reconocer, por más que éstas parezcan muy diferentes entre sí. Virgin Crisis podría ser uno de los ejemplos más claro en los que un ser mágico aparece ante una protagonista, nula en temas amorosos, para ayudarla. Este comienzo tan visto en el género shonen no cuenta con tantas historias en el shôjo para hacer contrapunto, especialmente en el mercado español.

La originalidad como tal de la obra se encuentra en el carácter demoníaco del ser mágico que ayuda a la protagonista. Mayu Shinjo crea un Satanás que tiene muy poco que ver con el imaginario maligno que se le asocia. No sólo es imposiblemente atractivo sino que tiene momentos realmente tiernos. Sin embargo, no deja de ser un demonio y, como tal, no todo lo que hace es aceptable moralmente. Es una forma de llevar la atracción por el “chico malo” de muchas otras historias al máximo nivel.

La historia intenta no limitarse al triángulo amoroso entre Shion, Miu y Kai (Satanás) e introduce a los ángeles y otros demonios para que le aporten un matiz de mayor profundidad. El recurso funciona aunque se queda corto ya que podría haberlo explotado mucho más. Como no lleva más allá la historia, los cuatro tomos con los que cuenta son suficientes y adecuados para resolver el triángulo amoroso de tintes fantásticos, añadiendo alguna batalla y cierta secundaria que da al mismo tiempo los problemas y las claves necesarias para llegar al final. Todo eso le basta a la autora para conseguir una historia que engancha al lector, donde el romance con puntos eróticos poco explícitos sea el eje de la trama y que culmina en un final redondo, aunque predecible.

En Miu el lector se encuentra con la típica protagonistas dulce, amable y buena, pero ingenua y mojigata. Bastante plana en general, sólo sobresale a lo largo de la obra en momentos puntuales pero suficientes como para considerarla, globalmente, una protagonista aceptable. Posiblemente, su mayor baza sea su sinceridad con sus propios sentimientos una vez ella misma se aclara.

Satanás aparece como un diablo muy atractivo, sin embargo tiene muy poco de demoníaco. Salvo un par de acciones realmente violentas a lo largo del manga, el resto de la obra no pasa de ser un hombre con puntos pervertidos y maliciosos. Resulta muy poco creíble que el supuesto demonio más poderoso, la fuente de toda maldad, tenga numerosos momentos dulces y sea tan cariñoso con una humana, pero ahí reside la fantasía romántica de esta historia: un amor tan grande que sea capaz de alcanzar el corazón del mismo rey de los demonios.

El último personaje importante, Shion Amamiya, es el típico ídolo de instituto: guapo, excelente estudiante y bueno en los deportes. Además tiene una personalidad muy amable y pura que lo hacen en conjunto un personaje perfecto. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y tiene unos puntos de hipocresía que decepcionarán al lector en determinados momentos.

Los secundarios con cierta relevancia se limitan a dos: Malpas y Sailor. El primero era un cuervo que, tras su muerte, Satanás convirtió en un demonio menor que le es totalmente fiel. Durante la serie se transforma primero en un niño pequeño “hermano” de Miu y Kai, y más tarde en un compañero de clases de ésta para, en ambos casos, tenerla vigilada bajo el nombre de Tsubasa. Su personaje tiene aportaciones muy limitadas pero, como protagoniza el extra Mi querido demonio, se profundiza un poco más en él. De carácter alegre y dulce sería otro ejemplo de demonio con muy poco de maligno. En cuanto a Sailor, es el personaje clave para encaminar la serie hacia su desenlace, siendo el personaje más cruel de la historia.

Las dos historias cortas que incluye el último tomo de la serie están relacionadas con la trama principal. En primer lugar, Mi querido demonio tiene de protagonista, como ya se ha dicho, a Tsubasa (Malpas), cuyo objetivo es convertirse en un demonio tan poderoso como Satanás. Para ello encuentra un blanco perfecto cuando ayuda a Manami, una chica de gran corazón que estaba protegiendo a un cuervo. Con la idea de que si manipula su corazón ganará mucho poder, no se da cuenta de que va a conseguir algo muy distinto. Es una historia muy dulce y algo más infantiloide en comparación con la tónica del resto del manga, pues se publicó en la ChuChu, una revista destinada a chicas de menor edad que las de Sho-comi. Aunque muy predecible, tiene un par de momentos muy emotivos por los que merece la pena leerla. La otra historia, Convivencia Demoníaca serviría de epílogo a la historia principal para despejar cualquier posible duda que hubiese quedado en el último capítulo. Realmente era totalmente prescindible y empaña más que aporta al conjunto de la serie.

En cuanto al dibujo, Mayu Shinjo está todavía bastante verde a pesar de contar con numerosos tomos en su bibliografía para cuando comienza Virgin Crisis. Realiza cuerpos desproporcionados con rasgos de sus personajes idénticos entre unos y otros. Las composiciones de páginas o planos son muy repetitivas y los personajes suelen aparecer en poses bastante rígidas o artificiales. Las pocas batallas que hay son totalmente estáticas y no se percibe la más mínima acción. El tratamiento de fondos se sustituye demasiado a menudo por tramas y cuando aparecen dibujados es fácil apreciar fallos de perspectivas en salas o edificios. Otro punto negativo es que se nota demasiado qué personajes de relleno son dibujados por sus ayudantes ya que el estilo entre Mayu Shinjo y éstos es bastante diferente. El único punto a favor en su dibujo es el diseño atractivo de sus personajes y sus primeros planos que, como son los que se llevan la importancia absoluta en el dibujo, ayudan a enmascarar la mayor parte de los fallos.

La edición de Ivrea se puede calificar de realmente buena. Buenas tipografías, papel blanco, y bien rotuladas tanto las onomatopeyas como los textos fuera de bocadillos. Además, ya que fue de las primeras obras que sacó la editorial, cuenta con páginas explicativas de diferentes aspectos de la obra y la autora al final de los tomos. Lo único a destacar como negativo serían algunas expresiones poco usadas en el castellano y que el sentido de lectura de los tomos es occidental en vez del oriental. Aparte de esto último, todos los puntos fuertes, sumados a un precio de 6,90€, hacen una de las mejores relaciones calidad-precio que se puede encontrar en nuestro mercado, sólo superada por determinadas kanzenban.

Virgin Crisis tuvo una notable importancia en el mercado shôjo español aunque no posea un exceso de cualidades por sí misma y sea fácil pensar en numerosas series de mayor calidad que ésta. Al margen de este hecho, la obra es posiblemente el mejor trabajo de la autora de su etapa trabajando para Shogakukan. Que tenga el número de tomos justos para lo que quiere contar y no se entretenga en subtramas innecesarias, sumado a una historia romántica con toques fantásticos y picantes bastante bonita, le dan numerosos puntos. Quien quiera conocer los trabajos “picantes” de la autora tiene en Virgin Crisis su mejor opción.

VALORACIÓN
Historia: 7,5
Originalidad: 8
Dibujo: 4,5
Edición: 9,5

REDACCIÓN: Belldandy

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