Hot Gimmick

La reseña de esta semana corresponde a una serie muy esperada que tardó más de tres años en publicarse en España desde que fuera licenciada.

Nombre: Hot Gimmick 

Autora: Miki Aihara 

Tomos: 12 

Año/s: 2000-2005 (Japón) / 2008-2009 (España) 

Revista: Betsucomi 

Editorial japonesa: Shôgakukan 

Editorial española: Planeta deAgostini 

Estado actual: Publicación completa 

Precio: 6,95€ por tomo 

CURIOSIDADES/DATOS EXTRAS 

- Hot Gimmick fue licenciada a finales de 2005 en España por la ahora desaparecida editorial Otakuland. En 2006 se supo que los derechos de la serie estaban siendo renegociados, pero hasta finales de 2007 no se anunció que esta editorial era Planeta deAgostini. 

- La serie cuenta con una edición bunko (de bolsillo) en Japón aparecida a finales de 2008 que recopila en 6 los 12 tomos originales. 

ARGUMENTO 

Hatsumi Narita es una estudiante común de instituto algo torpe que vive con su familia en un departamento del complejo residencial de la empresa Tachibana, para la cual trabaja su padre. Los Tachibana, dueños de la empresa, son adulados por todos los vecinos del edificio, en especial la esposa del dueño, quien se encarga de menospreciar a todos en el sitio para hacerse ver como una reina petulante, a la cual todos deben pleitesía. 

Akane, la hermana menor de Hatsumi, es un verdadero desastre; se encarga de vivir su vida de manera irresponsable, involucrándose con diversos chicos por ser bella y popular. Llegada la hora, Akane presiente que podría estar embarazada debido a una relación de riesgo que sostuvo. Sin dudarlo, pide a Hatsumi que le consiga una prueba de embarazo. Para ello, Hatsumi intenta esconderse de los ojos inquisidores y sumamente moralistas de los vecinos, pues cualquier movimiento en falso podría acarrearle problemas a su familia con los Tachibana. Sin embargo, Hatsumi sin querer es descubierta por Ryôki, el hijo del matrimonio Tachibana, un joven atractivo de su edad, de mal carácter y con la misma pedantería que su madre, ya que piensa que puede hacer y deshacer a su gusto en su pequeño imperio. 

Ryôki, a partir de entonces, se encargará de hacerle la vida imposible a Hatsumi, exigiéndole como pago a su silencio que ella se convierta en su esclava, debiendo obedecer cada orden de su “amo” sin replicar y sin objeción. 

El joven Tachibana no es un nuevo enemigo de Hatsumi, en su infancia ya la fastidiaba. La joven tenía entonces un salvador oportuno y carismático, un niño llamado Azusa, quien tuvo que irse del edificio sin que nadie conociera realmente su historia. Azusa vuelve ahora justo cuando Hatsumi más lo necesitaba, pues Ryôki no tenía ningún freno para exigir toda clase de órdenes a su esclava. 

Realmente Ryôki no sabe lo que le espera con Hatsumi, ni ella lo que le acontecerá al lado de Azusa, de quien no conocemos su verdadera historia, sólo su atractivo al estilo del príncipe azul. Además, Hatsumi no tiene un solo salvador, su hermano Shinogu siempre estará dispuesto a rescatarla de cualquier problema. 

A partir de ahí los conflictos empezarán a darse naturalmente entre unos y otros personajes, sin que el protagonismo de Hatsumi se bifurque hacia el resto del elenco. ¿Con quién tendrá éxito Hatsumi, con A, B o C?. Las apariencias engañan, pues no es oro todo lo que reluce, respuestas y hechos que la protagonista de Hot Gimmick conocerá a medida que avance la historia. 

RESEÑA 

Hot Gimmick es un manga que aborda la problemática del primer amor desde diversas perspectivas. A pesar de que los personajes siguen siendo poco más que adolescentes y poco menos que adultos respecto a su edad, los toques de la iniciación a la realidad adulta se dan mediante los tropiezos de los protagonistas. La intensidad de los sentimientos, el impulso, el arrebato y la pasión con que aman y odian por igual es manejada con diálogos muy cortos que proyectan la tensión dramática en las escenas de cada viñeta. 

Miki Aihara nos muestra que sus personajes, a pesar de ser tan jóvenes, son capaces de hacer muchas cosas, tal es el caso de Azusa, quien lleva una carga emocional muy pesada debido a su pasado familiar. La crítica velada a la sociedad burguesa en la que se desenvuelven los protagonistas hace virar el rostro y reflexionar acerca de los modelos sociales y los esquemas que aún tienen vigencia en la vida posmoderna en muchos lugares del mundo. Ello se aprecia en el ejemplo de la familia Tachibana, en específico la madre de Ryôki, quien hace y deshace con las familias de los empleados que viven en los departamentos de la empresa, al grado de expulsarlos de las viviendas si estos no se comportan como ella exige. Se siente la dueña de todo y de todos, y se da el lujo de juzgar y despreciar a quienes considera inferiores a ella, como la familia de Hatsumi. 

Con trazos más que sencillos, pero emocionantes, Aihara sustenta su historia en las acciones de sus personajes, su esencia y el dramatismo con que estos reaccionan ante sus encuentros y desencuentros cotidianos. Los secretos, la doble moral y la relación atracción-repulsión nos muestran que el camino del amor no siempre está hecho de afinidades. Las relaciones de odio nos descubren poco a poco las posibilidades del amor, y la fuerza colosal de la atracción entre dos seres humanos, sin importar si son compatibles o no. 

El humor es mínimo, y no está basado en el guión de la historia, sino en la simpatía que puede despertar algún personaje dentro de esa misma sensación de involucramiento entre el lector, la obra y los personajes. Al final de los episodios se dan algunos guiños de Aihara a través de unos sencillos dibujitos en los cuales nos muestra a uno de los personajes en su versión chibi lamentándose, riéndose o refunfuñando según sea el caso en la historia. Es así como se suscita un poco de humor, el lector y la imagen se convierten en cómplices de la historia. 

Con fondos de gráficas urbanas, Miki Aihara nos muestra un mundo pequeño en el que los protagonistas lo envuelven todo, el ambiente es eclipsado por lo que hacen o dejan de hacer los jóvenes de la historia. El vestuario moderno resulta agradable a la vista, sin que sea realmente una cátedra de moda, mientras que el típico uniforme de instituto nos recuerda que el desarrollo se da en una zona urbana, y resulta falto de originalidad, aunque en definitiva en nada afecta a la trama. Fondos sencillos, carentes de grandes estampados a flores y corazones de un gran número de series shôjo, aunque en algunas partes tampoco se salvan. La autora nos muestra cuerpos de figuras delgadas y alargadas, nada voluptuosas, típicas del shôjo, y líneas que nos revelan cuán sonrojada, triste o alegre puede estar Hatsumi Narita. La ausencia de la punta de la nariz es un detalle distintivo de Miki Aihara, dejando un espacio en blanco que simula el resto del rostro y que nos recuerda un trazo simple donde la atención del dibujo se centra en el resto del lenguaje corporal. El atractivo físico lo presentan los chicos altos en apariencia, protectores o bestiales según el momento. 

La edición de Planeta es correcta pero nada del otro mundo, con un diseño de portada sencillo aunque atractivo a la vista. El tomo viene encolado y con papel reciclado fino de buena calidad, sin transparentarse las páginas. El precio es más bajo que la media actual del resto del mercado del manga español, no obstante, cabe recordar que la editorial ofrece otros manga de edición similar a un precio menor que en el caso de Hot Gimmick. 

Hot Gimmick vale la pena por todos los capítulos que poco a poco nos mantendrán al borde del asiento, con una historia basada en peripecias sencillas que no pretenden más que seguir el argumento de todo shôjo harén. El manga hará la delicia de las lectoras de madurez intermedia que buscan emocionarse con una historia de amor que tiene sus dosis bien medidas de escenas levemente subidas de tono, pero nada que llegue a espantar a nadie, en un término suficiente de volúmenes para no aburrir ni desesperar la economía de nadie. 

VALORACIÓN 

Historia: 8 

Originalidad: 7 

Dibujo: 8,5 

Edición: 7,5 

REDACCIÓN: Akhu